El terroir de este viñedo, propiedad de Candelario Hinojosa, es de granito con piedras de cuarzo, con una pendiente hacia el sur. Este vino se obtuvo cosechando todo el potencial de fruta fresca hasta el día preciso de su madurez, y vinificando con parte de los racimos seleccionados, pisagge y el uso de levaduras nativas durante la fermentación.